Escepticismo ante promesa rusa de desescalar el conflicto alrededor de Kiev
Ucrania y sus aliados occidentales esperaban el miércoles ver señales de que Moscú reduciría "radicalmente" su actividad militar alrededor de Kiev, como lo prometió en las negociaciones de paz, pero predominaba el escepticismo después de que Estados Unidos advirtiera que las tropas rusas se estaban reposicionando.
Ambas partes calificaron las conversaciones de Estambul como "significativas" y "positivas", en contraste con las rondas previas, lo cual generó esperanzas tras más de un mes de guerra que ha dejado miles de muertos y millones de desplazados.
El viceministro de Defensa ruso, Alexander Fomin, señaló que hubo avances "en el estatus de neutralidad y no nuclear" de Ucrania, dos preocupaciones centrales de Rusia.
Aseguró que Rusia reduciría "radicalmente" la actividad militar alrededor de Kiev y la ciudad norteña de Chernígov.
La promesa fue recibida, no obstante, con escepticismo en Ucrania y las capitales occidentales. El Pentágono dijo que Rusia simplemente reposicionó un "pequeño número" de tropas cerca de Kiev, pero que podría estar preparando una "ofensiva mayor" en otra zona.
La "gran mayoría" de las fuerzas rusas alrededor de Kiev permanecen en su lugar, comentó John Kirby, portavoz del Pentágono.
"Rusia fracasó en su objetivo de capturar Kiev", agregó Kirby, pero "no significa que la amenaza sobre Kiev haya terminado".
Los militares ucranianos también advirtieron que el retiro de tropas rusas alrededor de Kiev y Chernígov "probablemente sea una rotación de unidades individuales y busca engañar".
Por la noche sonaron alarmas de ataque aéreo varias veces en la capital y hasta el amanecer.
- "Veremos si cumplen" -
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó como "positivas" las señales de las conversaciones de Estambul, que está previsto que continúen por videoconferencia, pero aclaró que no planea bajar la guardia.
Esas señales "no apagan las explosiones o los disparos rusos", comentó Zelenski en un mensaje por video la noche del martes, en el cual urgió a no levantar las sanciones contra Moscú hasta que acabe la guerra.
Los aliados occidentales de Ucrania dijeron que no piensan reducir las sanciones aplicadas para castigar a Rusia.
"Veremos si cumplen con lo que proponen", declaró el presidente estadounidense Joe Biden tras conversar con los gobernantes de Reino Unido, Francia, Alemania e Italia, que prometieron mantener las sanciones.
Bélgica, Irlanda y Países Bajos anunciaron el martes la expulsión de 42 diplomáticos rusos, mientras Moscú expulsó a 10 diplomáticos de Estonia, Letonia y Lituania.
Aún así, la reunión cara a cara en Estambul fue la primera señal de avance en las discusiones para terminar con el conflicto. El negociador ucraniano David Arakhamia indicó que hay condiciones "suficientes" para que Zelenski se reúna con el presidente ruso, Vladimir Putin.
El optimismo por el aparente progreso hizo que subieran las bolsas de Europa y Estados Unidos, pero los precios del petróleo cayeron 5% al disiparse los temores sobre el abastecimiento de crudo. También el rublo subió 10% frente al dólar.
Moscú había indicado el fin de semana que reduciría sus objetivos militares para concentrar sus fuerzas en la captura de la región oriental de Donbás.
En los últimos días, las fuerzas ucranianas retomaron territorios incluyendo la estratégica localidad de Irpin, un suburbio de Kiev, y el ministerio británico de Defensa indicó que "es casi seguro que la ofensiva rusa fracasó en su objetivo de rodear Kiev".
"Es muy probable que Rusia buscará desviar fuerzas de combate del norte a su ofensiva en las regiones de Donetsk y Lugansk (en Donbás) en el este", señaló el ministerio británico.
- "Muertos por todas partes" -
Unas 20.000 personas habrían muerto en el conflicto, según Zelenski, aunque el número de bajas no ha podido ser verificado de forma independiente.
El martes, un ataque ruso con misil en la localidad sureña de Mikolaiv dejó al menos 12 muertos y 33 heridos, según Ucrania.
"Yo estaba desayunando en mi apartamento", contó a AFP Donald, un extrabajador postal canadiense de 69 años residente en Ucrania. "Escuché un zumbido y luego una explosión y mis ventanas vibraron".
Otro vecino, Viktor Gaivonenko, quien estaba ayundado a limpiar los escombros, opinó que "Putin es un bastardo. Eso es todo".
Tampoco hubo mejoras para las 160.000 personas atrapadas en la devastada ciudad portuaria de Mariúpol, con escaso alimento, agua y medicamentos.
Las fuerzas rusas han rodeado la ciudad y su bombardeo constante e indiscriminado ha dejado al menos 5.000 muertos, aunque podrían ser 10.000, según un alto cargo ucraniano.
Francia, Grecia y Turquía intentaron organizar una evacuación masiva de civiles desde esa ciudad, pero las conversaciones del martes entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y Putin terminaron sin acuerdo.
Civiles que han logrado salir de Mariúpol describen situaciones dantescas.
"Conozco a una mujer que mató a su perro para alimentar a sus hijos", contó.
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A.Lewis--MC-UK